Este fin de semana de septiembre del año pasado, Mariano y yo organizamos una salida para recorrer el Alto Tajo, fue la semilla que finalmente dio origen a este blog. Iba a ser la primera ruta en subir pero, como los principios nunca son sencillos se fue pasando el tiempo y se fueron acumulando las salidas.
Ahora que estoy haciendo vida hogareña, disfrutando del nuevo miembro de la familia, voy a retomar el fin de semana que pasamos en el Alto Tajo, por que creo que dar a conocer esta zona merece la pena. Además, quería darle un poco de vida al blog, que tengo abandonado.
Las salidas cicloturistas siempre requieren más preparación. En principio optamos por las alforjas pero, como lo nuestro es el ciclismo y no dormir al raso ni cargar con la casa a cuestas, decidimos buscar un alojamiento en un punto estratégico dentro del Parque Natural.
Teníamos varios pueblos para elegir, Zaorejas y Peralejos de las Truchas estaban en cabeza pero cada uno de ellos en un extremo de la zona que íbamos a recorrer, esto nos obligaba a coger el coche para iniciar la ruta.
Finalmente nos decidimos por una casa rural en Poveda de la Sierra. Desde aquí podíamos salir todos los días montados en nuestras bicis, con una mochila para pasar el día, sin las limitaciones del coche ni de las alforjas.
Lo mejor de Poveda, además de su casa rural y su bar, es que el turismo aún no sabe que existe. En dos días ya parecíamos del pueblo y nos preguntaban y contaban batallitas después de cada jornada ciclista.
Lo peor, que aunque está situado en el centro de nuestras rutas, teníamos que hacernos tres kilómetros infernales para llegar al pueblo con desniveles del 13% para salir del valle del Tajo, al final de cada ruta, además, por asfalto.
Por lo demás, el Alto Tajo debe ser uno de los lugares más espectaculares de la península, por su geografía y por su vegetación, también es un paraíso para el ciclismo de montaña, permitiéndote conocer zonas inaccesibles en coche y muy lejanas para llegar andando.
El primer día teníamos planificado un recorrido entre Poveda y Peralejos para remontar finalmente el cauce y visitar la Laguna de Taravillas y el Salto de Poveda.
Nada más arrancar había que cruzar el cauce del Tajo y remontar el valle para alcanzar la pista que llega hasta la Laguna de Taravilla.
Rápida bajada y dos subidas muy fuertes hasta llegar a la pista. Cuando llegamos a esta, en lugar de seguir en dirección a la laguna, iniciamos una fuerte y continua ascensión que nos llevará a lo alto del cerro, más de 400 metros de desnivel en 8 Km. La pista nace paralela a un arroyo de agua límpia y rápidamente toma una fuerte pendiente
Alcanzamos la meseta y, antes de iniciar el descenso hasta Peralejos pasamos al lado de un retén de bomberos.
Desde aquí 16 Km de fuerte descenso con parada intermedia para el almuerzo en Peralejos.
Salimos del Peralejos y continuamos bajando por la CM-2106 hasta alcanzar el puente que cruza el Tajo. Desde aquí nos introducimos en el valle y en el ombligo del parque natural del Alto Tajo.
El paisaje es soberbio, enormes farallones de roca protegen el río y una vegetación exuberante. Cada paso nos pide una parada para hacer una foto.
Pensábamos que esta parte del recorrido sería sencilla, ya que seguimos el cauce descendente del río en dirección a Poveda, sin embargo el recorrido es un auténtico rompepiernas y empezamos a resentirnos de los primeros y duros 30 Km.
Algo cansados llegamos al punto culmen de la ruta, hicimos bien en dejarlo para el final, bueno final, después nos quedarán 15 kilómetros de fuertes repechos.
La pista nos llevó hasta la Laguna de Taravilla, el entorno merece una parada.
En este punto estabamos a una altura considerable del río, sin embargo al asomarnos al cauce se puede observar el salto de la Poveda, una antigua presa en desuso ha creado una cascada y un remanso de agua que bien merece una foto.
Desde aquí, la vuelta resulta algo dura pero estabamos bastante satisfechos con nuestro estado de forma y con el recorrido que hemos podido disfrutar. Por la noche nos quedaba disfrutar de una buena cena y de un bañito en el hidromasaje que tiene la casa rural. Para el día siguiente nos esperaba la etapa más dura, más de 90 kilómetros para seguir conociendo la zona.
Ahora que estoy haciendo vida hogareña, disfrutando del nuevo miembro de la familia, voy a retomar el fin de semana que pasamos en el Alto Tajo, por que creo que dar a conocer esta zona merece la pena. Además, quería darle un poco de vida al blog, que tengo abandonado.
Las salidas cicloturistas siempre requieren más preparación. En principio optamos por las alforjas pero, como lo nuestro es el ciclismo y no dormir al raso ni cargar con la casa a cuestas, decidimos buscar un alojamiento en un punto estratégico dentro del Parque Natural.
Teníamos varios pueblos para elegir, Zaorejas y Peralejos de las Truchas estaban en cabeza pero cada uno de ellos en un extremo de la zona que íbamos a recorrer, esto nos obligaba a coger el coche para iniciar la ruta.
Finalmente nos decidimos por una casa rural en Poveda de la Sierra. Desde aquí podíamos salir todos los días montados en nuestras bicis, con una mochila para pasar el día, sin las limitaciones del coche ni de las alforjas.
Lo mejor de Poveda, además de su casa rural y su bar, es que el turismo aún no sabe que existe. En dos días ya parecíamos del pueblo y nos preguntaban y contaban batallitas después de cada jornada ciclista.
Lo peor, que aunque está situado en el centro de nuestras rutas, teníamos que hacernos tres kilómetros infernales para llegar al pueblo con desniveles del 13% para salir del valle del Tajo, al final de cada ruta, además, por asfalto.
Por lo demás, el Alto Tajo debe ser uno de los lugares más espectaculares de la península, por su geografía y por su vegetación, también es un paraíso para el ciclismo de montaña, permitiéndote conocer zonas inaccesibles en coche y muy lejanas para llegar andando.
El primer día teníamos planificado un recorrido entre Poveda y Peralejos para remontar finalmente el cauce y visitar la Laguna de Taravillas y el Salto de Poveda.Nada más arrancar había que cruzar el cauce del Tajo y remontar el valle para alcanzar la pista que llega hasta la Laguna de Taravilla.
Rápida bajada y dos subidas muy fuertes hasta llegar a la pista. Cuando llegamos a esta, en lugar de seguir en dirección a la laguna, iniciamos una fuerte y continua ascensión que nos llevará a lo alto del cerro, más de 400 metros de desnivel en 8 Km. La pista nace paralela a un arroyo de agua límpia y rápidamente toma una fuerte pendiente
Alcanzamos la meseta y, antes de iniciar el descenso hasta Peralejos pasamos al lado de un retén de bomberos.Desde aquí 16 Km de fuerte descenso con parada intermedia para el almuerzo en Peralejos.
Salimos del Peralejos y continuamos bajando por la CM-2106 hasta alcanzar el puente que cruza el Tajo. Desde aquí nos introducimos en el valle y en el ombligo del parque natural del Alto Tajo.El paisaje es soberbio, enormes farallones de roca protegen el río y una vegetación exuberante. Cada paso nos pide una parada para hacer una foto.
Pensábamos que esta parte del recorrido sería sencilla, ya que seguimos el cauce descendente del río en dirección a Poveda, sin embargo el recorrido es un auténtico rompepiernas y empezamos a resentirnos de los primeros y duros 30 Km.Algo cansados llegamos al punto culmen de la ruta, hicimos bien en dejarlo para el final, bueno final, después nos quedarán 15 kilómetros de fuertes repechos.
La pista nos llevó hasta la Laguna de Taravilla, el entorno merece una parada.
En este punto estabamos a una altura considerable del río, sin embargo al asomarnos al cauce se puede observar el salto de la Poveda, una antigua presa en desuso ha creado una cascada y un remanso de agua que bien merece una foto.
Desde aquí, la vuelta resulta algo dura pero estabamos bastante satisfechos con nuestro estado de forma y con el recorrido que hemos podido disfrutar. Por la noche nos quedaba disfrutar de una buena cena y de un bañito en el hidromasaje que tiene la casa rural. Para el día siguiente nos esperaba la etapa más dura, más de 90 kilómetros para seguir conociendo la zona.La ruta en Google Earth.
A falta de pan buenas son tortas.
ResponderEliminarOs cuelgo una ruta que me quedé con ganas de enseñaros en su momento.
Aprovechando el tiempo que me va dejando Saúl he ido escribiendo la crónica de la salida al Alto Tajo del año pasado, cuando pueda iré preparando el segundo día de ruta.
A ver si esto nos anima a gastarnos unos bonobicis en un fin de semana ciclista...
Bikeabrazos.