viernes, 25 de marzo de 2016

3ª etapa. Sevilleja de la Jara-Guadalupe


 Ruta Las Rozas-Trialeras del embalse de Valmayor   3ª etapa. Sevilleja de la Jara-Guadalupe   https://www.dropbox.com/s/7dukd8071ykjzw5/20160123%20Carranque.pdf?dl=0 

Al final anoche hicimos un esfuerzo y también celebramos la segunda etapa, como no tenemos trofeo al final del camino, vamos dosificando las copas durante el recorrido.

En el hostal se han portado de lujo, habitación muy limpia y el desayuno incluido. 

Notamos los cuerpos doloridos pero las cremas, ungüentos y automasajes han sido bastante efectivos. Además andamos optimistas ya que hoy llegamos a Guadalupe y la etapa es la más corta pese a que es la que más desnivel acumula. Ángel sigue tocado de la rodilla pero está hecho un mulo, seguro que resiste.
La mañana está muy fresca, preparamos las bicis a la sombra y nos quedamos tiesos.


Para comenzar la ruta nos toca deshacer el camino que ayer nos trajo hasta Sevilleja de la Jara. Primero subimos por carretera a Gargantilla para después bajar a toda velocidad hasta la vía verde. Ángel decide probarse y se pone a tope a subir por la carretera ya al inicio, Kike le sigue y, aunque los demás empezamos a ritmo, yo noto molestias en los isquiotibiales (mi lesión de siempre) pero, ¡como voy a quejarme viendo a Ángel aguantado como campeón!

La bajada a la vía es rápida y heladora, aún no calienta el sol y entramos rápidamente en la sombra del valle. Estamos todos deseando empezar a pedalear.

La vía, más de lo mismo, no por ello aburrido. Tremendo paisaje que va pasando de la jara a la encina, cada vez el bosque se ve más espeso e inaccesible. Mientras, el ascenso suave obliga a no dejar de pedalear pero con un ritmo muy bueno.
Llegamos a la estación de Santa Quitería, última parada de la vía verde. 
Aprovecho que acaba la crónica del recorrido de vía verde para reivindicar este tipo de trazados, hemos pasado dos días espectaculares de bicicleta. No sabemos cuando pero todos estamos dispuestos a volver con la familia a hacernos algún tramo de esta vía. 

Salimos del trazado de la vía. Desde la estación de Santa Quitería se ve al fondo un tunel abandonado que nos permitiría atravesar la sierra, una lástima que este trazado no esté preparado como vía Verde, sería la bomba poder seguir hasta Guadalupe. Tomamos la vieja carretera asfaltada que permite el acceso desde el Puerto de San Vicente a la estación de Santa Quitería. Es una subida tendida y fácil con algún repecho más duro pero, una buena forma de calentar las piernas para el ascenso posterior.

Perdemos a David, que se toma un receso para arreglar un pinchazo. 
Llegamos al pueblo del puerto de San Vicente, al pie del puerto del mismo nombre. Compramos agua y buscamos a alguien que nos de presión a la rueda de David. Charlamos con los paisanos y resulta que aquí son todos de entre Fuenlabrada y Leganés, vamos, que estamos como en casa.

Nos cuesta un triunfo el repecho para salvar el puerto. Apenas son 500 metros pero la pendiente es pronunciada y nos pilla fríos, entramos en la provincia de Cáceres. Ahora un rápido descenso por carretera hasta el río Guadarranque, bonito rincón para echar una merendola. Aquí empezamos el ascenso más duro del día. 

La ruta original sigue por pista pero valoramos fuerzas y decidimos seguir por la carretera EX-102, Ángel tampoco tiene la rodilla para muchos excesos. 
El ascenso finaliza en el paraje de la Peña Amarilla, con un mirador y zonas de observación de zapaces.  La vista del valle bien merece ser inmortalizado, un "paraje incomparable".

A los 50km de recorrido llegamos a Alía. desde que pasamos el puerto la ruta discurre por la misma carretera, que ya no abandonaremos hasta Guadalupe. Habíamos pensado llegar a Guadalupe para la hora de comer pero se nos hace tarde y Alía tiene un ambiente que bien merece una parada.

No nos equivocamos. Los bocatas de lomo, espectaculares, la tortilla, increíble. Por ahí se oye a los paisanos decir que en Alía todo está rico y no se equivocan. 
Seguimos los 15 km restantes con la tripa llena y con un tiempo inmejorable. Nos queda un tramo rompepiernas por carretera con un final en Guadalupe que se hace muy duro. Aunque conocemos la llegada, seguimos el track y nos hacemos la subida por la entrada más fea del pueblo. Bueno, una vez arrancado el ascenso, tampoco están las piernas como para deshacer camino.
Que decir de la ruta, una experiencia inigualable y, esperamos que "repetible". Ahora nos queda saborear la meta y reunirnos con la familia que ya estará esperándonos cerca del monasterio.




¡Final Feliz!

1 comentario:

  1. Muy guapa, pero sobre todo el recuerdo del momento. Hay que planear otra no tardando demasiado, porque si os habéis fijado nos hemos relajado mucho desde entonces. Propongo nuevo reto ya!

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