lunes, 29 de febrero de 2016

Objetivo Guadalupe. Adaptando transportín de bici rígida a doble, una KTM Lycan 4.0

Por Sergio.

Los trasportines para bicicletas dobles son realmente caros en comparación con los de las bicicletas rígidas. Os propongo que le echéis un poco de imaginación antes de comprar uno de estos porque, seguro, podéis acoplar uno de bicicleta rígida a vuestra bicicleta doble de una u otra forma.  El coste será mucho menor.

Ese es mi caso. Desde que planteamos realizar la ruta a Guadalupe de tres días, he estado dando vueltas a esta cuestión. Tengo en casa un transportín de aluminio de hace más de 10 años para mi antigua bicicleta rígida Amerbike. Es un buen transportín y era una pena no darle más uso. Finalmente con un poco de imaginación y bricolaje he conseguido adaptarlo a la doble KTM Lycan 4.0. Por supuesto manteniendo la función de la amortiguación trasera.

Partimos del transportín con sus varillas rígidas de anclaje al cuadro.


Por suerte mi bicicleta tiene las roscas inferiores en el eje trasero para poder meter los tornillos de métrica 5 que permiten fijar en esta parte el transportín. En la parte superior del cuadro no hay ninguna forma de anclar el transportín.


Inicialmente pensé en un sistema casero de muelle que lo anclara a la tija del sillín y permitiera el desplazamiento por la amortiguación, pero finalmente opte por ubicar el segundo punto de anclaje a algún elemento del cuadro.


Entre este punto y el anterior no debe haber posibilidad de movimiento, es decir se mantuviera la rigidez.

A continuación compre en la ferretería tornillos de métrica cinco y seis, así como una abrazadera de fontanero, y rescaté del trastero unos hierros para hacer las placas que me hacían falta.

Fijado el transportín a las roscas del eje trasero de la bicicleta tome medidas para trabajar las pletinas. Sierra de hierro unos taladros y listo. Además para evitar contacto de las varillas del transportín en el anclaje inferior con los elementos de la bicicleta forcé y arquee un poco las varillas rígidas del transportín y utilice unas tuercas que hicieran la función de distanciador con respecto al cuadro (unos 8 mm en cada lado). Para evitar roces con el cuadro y se pierda la pintura he puesto en el punto de contacto unas gomas.




La parte más compleja era como montar un sistema que permitiera fijar el transportín en la parte superior, y a su vez poder atornillar y desatornillarlo ya que entre el sillín la tija y las articulaciones de la bicicleta apenas hay espacio. Para ello diseñe un sistema con una pletina hecha por mí, una abrazadera y una tira de goma para proteger los tubos del cuadro.
 





En la foto podéis verla montado sobre el cuadro.


Después, tuve que preparar otras pletinas para que las varillas rígidas que ya tenía del transportín se pudieran acoplar a la nueva disposición. Con dos chapas de un armario del ikea que en su momento no use, realice dos elementos sencillos que tuve que doblar con los grados determinados para poder acoplara las varillas y fijándolas con unos tornillos de métrica cinco y unos agujeros en el transportín listo.




Podéis ver cómo queda la fijación superior completa.


Listo para rodar, ahora habrá que hacer una prueba…


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