sábado, 23 de enero de 2016

Fuenlabrada - Ruinas romanas de Carranque

Por Sergio.
Ruta en bici 3385889 - powered by Bikemap


 Ruta Las Rozas-Trialeras del embalse de Valmayor   Fuenlabrada-Ruinas de Carranque  https://www.dropbox.com/s/7dukd8071ykjzw5/20160123%20Carranque.pdf?dl=0 

Solo tres “globers”: Ángel, Raúl y yo. Durante la semana no había mucho movimiento y estudié una ruta que hice en 2014 que va desde Fuenlabrada al Castillo de Olmos. Unos 65 km, que evitando una zona, que en aquella ocasión me hizo sufrir mucho por lo “inciclable”, se convertían en 72  km. El viernes por la noche, por si acaso, hice una alternativa de  52 km que no nos permita llegar al Castillo de Olmos, si hasta los restos arqueológicos de Carranque.



Quedamos a las 9,30 en Fuenlabrada. La jornada prometía, pero no fueron pocos los incidentes que nos sucedieron.

Según sacaba mi bici del trastero, una mala combinación de piñones platos en cuesta arriba y un roce con el pie en la rueda fuera todavía del pedal dio con mis huesos en el suelo por primera vez. Menos mal que no había vecino próximo que se pudiera tronchar de la risa.

Antes de salir se le rompió a Raúl el maillot y tuve que bajarle uno de casa que le queda como un guante, mejor que a mí. Nos decidimos por la ruta de  50 km finalmente. Y por fin y con cierto retraso, salimos.

En la Avenida de Leganés y con no más de 1.5 km, derrapa mi bici por el asfalto húmedo y mis cubiertas bastantes desgastadas y sufro un porrazo espectacular según me dicen. Tengo dolores en las piernas, brazo y espalda. Dudo si puedo continuar pero finalmente decido animarme y continuar a ver como respondo. Si lo veo muy mal me retiraré.

Atravesamos Fuenlabrada a un buen ritmo, sigo con muchos dolores, ahora entiendo a los ciclistas de carretera cuando se retiran. Ángel y Raúl van bien. Nos reímos porque tomo las curvas con más miedo que vergüenza. Deseando estoy de llegar al camino.

Cogemos el camino paralelo a la M-407 que nos lleva hasta la carretera M-410 a buen ritmo y con la pista muy apta y poco mojada. Charlamos y comentamos temas de la próxima ruta de Guadalupe. Continuamos por las pistas que nos llevan hasta la carretera de Griñon y llegamos a Serranillos del Valle sin muchos incidentes. 

En Serranillos del Valle, paramos en la plaza y conseguimos localizar la pista que nos llevará hasta el arroyo que nos conducirá hasta la entrada de los restos arqueológicos de Carranque, por la ruta de Don Quijote.

Nos vienen antiguos recuerdos de esta zona, por una ruta en la que participó Lupe que con un par de hue… se animaba con nosotros sin apenas montar en bici. Debe volver y retomarlo porque le ponía más ganas que muchos… El arroyo por el que discurre la ruta de Don Quijote, ha debido sufrir un incendio porque hay mucha poda y está bastante destartalado. 



Aquí confundo la ruta, lo mismo que me ocurrió en el año 2014, pero después conseguimos enlazar con el camino que nos lleva paralelo al Río Guadarrama con dirección Batres. Después de un par de kilómetros muy placidos entre chopos reforestados y muertos por alguna enfermedad, llegamos al ya bautizado por nosotros “minimortirolo”. Sufrimos en este tramo de 1.5 km.  

Llegamos hasta una urbanización que pertenece a Batres y una vez pasada giramos a la izquierda dirección Arroyo del Sotillo. Antes llegamos a Batres aunque el camino diseñado inicialmente no proponía llegar hasta aquí. En este tramo nuevo incidente. Vadeamos un pequeño regato en forma “U” muy pronunciada y Ángel se cae. Se golpea y se abre la muñeca. 

En las trialeras de Batres a la Gasolinera del río Guadarrama, Ángel sufre por el dolor de muñeca. Raúl sube como un titán entre la rodadas de la complicadas trialeras. Nos tiene sorprendido. Ángel va a otro ritmo porque le rozan los discos de las ruedas y sufre más de la cuenta. En las bajadas no se nota, pero en las subidas se descuelga por este motivo. 

Por fin llegamos al arroyo del Sotillo por una impresionante bajada, que habitualmente hacemos en sentido contrario y está rota por la escorrentía del agua. El arroyo está muy crecido. Llego el primero y decido intentar pasarlo, pero no hay forma y me quedo en el centro clavado. El nivel del agua supera los discos y tengo que echar los pies al agua para no hacer el piscinazo. Salgo como puedo. Cuando llegan Ángel y Raúl, un senderista, les advierte que es mejor pasar por unos troncos que han puesto otros y más o menos se puede pasar. Eso no quita que se mojen los pies. 

Llegamos al “Mortirolo” y lo subimos bien. Raúl nos tiene gratamente sorprendidos porque sube también muy bien. Ángel también pero los discos le están jugando una mala faena. 


Desde aquí, sin más incidentes nos vamos por Moraleja de En medio y entramos por donde salimos.

Después unas cervecillas y a casa.




Conclusiones: Raúl esta hecho un crack y listo para rutear, Ángel a pesar de el roce los discos una "machine", pero tiene que solucionarlo para sufrir menos, y yo me lo he pasado muy bien. Esta ruta hay que repetirla llegando hasta el Castillo de Olmos y no tardando mucho porque la distancia nos vendría muy bien para futuros retos…

2 comentarios:

  1. Buena ruta. A repetirla en un mes y comparar sensaciones!!!!

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  2. Esa me la perdí... Pero la siguiente hacemos la de 72km!!!!!

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